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La ceremonia del té, lejos de ser un acto trivial, supone todo un enjambre de significaciones y tradiciones al hilo de la cultura milenaria japonesa, formando parte de la filosofía zen.
Este rito está plagado de detalles, convirtiéndose en una forma de purificación del alma uniéndonos con la naturaleza a través de 4 elementos esenciales: armonía (wa), respeto (kei) , pureza (sei) y tranquilidad (jaku).
Solo aquel con el título de menjo, podrá ser anfitrión en la ceremonia del té; un título para el que se necesita una preparación de años, teniendo que ser expertos en caligrafía, té, uso del kimono o la cerámica, entre otras virtudes.
Formaremos parte de esta práctica ancestral de gran contenido filosófico que condensa buena parte de los valores de la sociedad japonesa tales como las buenas maneras, el respeto, la armonía de las estaciones, encontrar agrado en la rutina, el gusto por lo refinado o la calma.