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El «ritual y siembra de la palma» en el Valle de Cocora.

En el corazón de Colombia, entre las majestuosas montañas de la cordillera central de los Andes, se encuentra un lugar de belleza incomparable: el Valle de Cocora.

Este valle, ubicado en el departamento de Quindío, es famoso por sus exuberantes paisajes, su biodiversidad única y, sobre todo, por ser el hogar de la palma de cera, el árbol nacional de Colombia.

El Valle de Cocora: un tesoro natural.

Se encuentra próximo a las ciudades de Pereira, Salento y Armenia, suele tener una temperatura que va entre los 5 y 16 grados durante todo el año, con una precipitación media de 2.500 mm.

Debido a su abundante lluvia, este paraíso es conocido como el “secreto de los mil verdes” debido a su infinidad de tonalidades, que dicho color presenta a lo largo y ancho del Valle.

El Valle de Cocora se destaca por sus altas palmeras que se alzan majestuosamente hacia el cielo. Estas palmas de cera, son las más altas del mundo, alcanzando alturas de hasta 60 metros y una larga vida de entre 200 y 250 años. Sus delgados troncos se elevan por encima del paisaje nublado, creando una imagen surrealista que parece sacada de un cuento de hadas.

Además de las impresionantes palmas de cera, el valle alberga una diversidad de flora y fauna, incluyendo orquídeas, bromelias, colibríes y la emblemática pava andina.


El ritual de la palma de cera: un acto de conservación y tradición

El cultivo y conservación de la palma de cera es fundamental para proteger este tesoro natural y su hábitat. Hace 12 años se inició un programa de “ritual y siembra de la palma” donde los visitantes se convierten en auténticos guardianes de esta especie.

El proceso comienza con la selección cuidadosa de las semillas de palma de cera, que se recolectan de árboles maduros en el valle. El ritual de la siembra consiste en hacer un hueco en la tierra, plantar la semilla, bautizarla y pedirle al universo bendiciones por una larga vida de este árbol que durante 20 años solo producirá hojas, para luego alcanzar su máxima altura con el tallo.

Preservando un legado natural

La palma de cera es un elemento clave en el ecosistema del Valle de Cocora. Los frutos que produce alimentan a insectos, aves o mamíferos, y además, el árbol ayuda a regular el clima.

Esta especie se declaró protegida como Patrimonio de la Unesco en el marco del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia en los años 80, cuya tala está prohibida, aun así, esta especie sigue amenazada.

Al visitar el Valle de Cocora y participar en el ritual de la palma de cera, los viajeros tienen la oportunidad de no solo maravillarse con la belleza de la naturaleza, sino también de contribuir a su conservación.

Forma parte de la conservación y preservación de este mágico lugar en nuestro itinerario Colombia: eje cafetero, donde todos los viajeros tendrán la oportunidad de realizar el ritual de la palma de cera en pleno valle.